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jueves, 14 de septiembre de 2017

Escudo del III Congreso Eucarístico Nacional

Después de los Congresos Eucarísticos Nacionales de 1916 en Buenos Aires (en el centenario de la Independencia) y de 1937 en Luján (en el cincuentenario de la coronación de la Virgen de Luján),  el siguiente Congreso se celebró en Santa Fe en 1940, sin que aparentemente la fecha haya sido elegida en función de  una ocasión especial, como había ocurrido en los dos anteriores.


El escudo del Congreso, que hallamos en la Red, toma la forma y las características generales del escudo del Congreso Eucarístico Internacional de Buenos Aires, que se había celebrado en 1934; lo mismo había ocurrido en 1937 con el escudo del Congreso anterior, celebrado en Luján, como vimos en la entrada del Jueves Santo de 2016.  Terciado en palo con los colores nacionales, en medio del escudo se alza una cruz que evoca claramente la del Congreso de Buenos Aires, con su "sol" llevando las iniciales JHS.

Pero este emblema añade en la punta la imagen de la Virgen de Guadalupe, Patrona de Santa Fe. 

En esa provincia, Nuestra Señora de Guadalupe es objeto de un culto especial desde mediados del siglo XVIII. En 1899 el papa León XIII la declaró Patrona de la Diócesis, hoy Arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz; en 1928 la imagen de la Virgen recibió la coronación pontificia. 

Su fiesta no se celebra el 12 de diciembre, sino el sábado de la segunda semana de Pascua; tampoco la imagen es la tradicional de la Emperatriz de América ("la Mexicana", como la llaman en el sitio web de la basílica santafesina).


El escudo, pues, se refiere discretamente al nombre original y completo de la ciudad (Santa Fe de la Vera Cruz) y al patronazgo de la Virgen de Guadalupe en su "versión" local.

En su Radiomensaje al Congreso Eucarístico de Santa Fe, el Papa Pío XII hacía expresa referencia a ese nombre original de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz (aunque, curiosamente, no menciona a la Virgen de Guadalupe):
(...)
La « verdadera Cruz » caracteriza y marca con la « santa fe » la ciudad del presente Congreso Eucarístico, al que convergen los ánimos y las miradas de la Nación, como a faro de nueva luz y de ardor cristiano que, así como en el pasado difundió sus benéficos rayos sobre el creciente pueblo de la Argentina, así también, emulando la fe del descubridor del Nuevo Mundo, dio nombres sagrados a gran parte de las nuevas ciudades. A la Cruz, pues, que consagra el altar y es signo de la santa fe, levantáis, queridos hijos, el pensamiento de la fe.
(...)
Que la santa fe, la verdadera Cruz, el estandarte de Cristo que ondea sobre las ciudades y en las calles de los pueblos, esté íntimamente plantado en vuestros corazones y eche en ellos aquellas divinas raíces que consolidan la vida moral, que inmunizan el entendimiento contra el error y la incredulidad, que hacen germinar las flores de la libertad de los hijos de Dios y madurar los frutos de la paz de Dios, que supera toda inteligencia (Flp 4, 7).
Por este motivo publicamos esta entrada en la fiesta de la Exaltación de la Cruz.

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